Durante el día de ayer, el ministro de Economía, Luis Caputo dio detalles de los cuatro ejes con los que su gestión aspira a resolver el problema de las Leliqs. Aseguró que existe un “enorme” sobrante de pesos que la ciudadanía no demanda y que el Banco Central debe retirar a través de las Leliqs. Además, afirmó que resolverán el problema con más demanda de pesos, una reducción de las tasas de interés, la eliminación del financiamiento del BCRA al Tesoro y un bono para importadores que funcionará como ancla cambiaria. Como primer paso, el ministro de Economía afirmó que tratarán de aumentar la demanda de dinero generando una mayor confianza, a través de “un plan más creíble”. Al mismo tiempo se sinceró que hoy la demanda de pesos se encuentra en un nivel muy bajo y que si volviera a un nivel normal podría subir 3 o 4 puntos el producto, lo que se traduciría en una reducción del problema de las Leliqs “en más de un 30%”. Además, agregó que otra opción gradual es a través de la reducción de la tasa de interés que el Banco Central paga por las Leliqs, aduciendo que al pagar una tasa de interés más baja que la inflación, el stock de Leliqs se reduciría en términos reales. Con respecto al Banco Central, Caputo afirmó que el principal “ancla en lo monetario” es que no habrá más financiamiento al Tesoro. Justificando que un tercio de la emisión que se observaba correspondía a dicho financiamiento y que, con el objetivo de déficit 0, ya no corresponde emitir más pesos para financiarlo. Finalmente, el ministro explicó que en el Gobierno anterior se concedieron autorizaciones para importar sin contar con los dólares. Entonces, con el fin de destrabar la situación, Caputo afirmó que se les otorgará un bono a los importadores para que en el futuro puedan canjearlos por dólares del BCRA. Dicho bono en dólares se vendería al tipo de cambio oficial. Además, el ministro sostuvo que “si el dólar libre empezara a subir, los importadores podrán vender este bono y comprar el dólar libre a un precio más alto, permitiendo que no suba”. Fuente: La Nación
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