Durante la jornada de ayer se pudo vislumbrar una recomposición en las criptomonedas luego del desplome ocasionado por la quiebra de FTX. El Bitcoin opera en los U$S 16.844,96 luego de subir 3,2% mientras que Ethereum avanzó 3,4% y cotiza en U$S 1256,08. En tanto, las diez principales criptomonedas operan mixtas, con la excepción de Ripple que logró un repunte del 7%.
Además de la caída de FTX, el exchange de Sam Bankman-Fried, analistas sostienen que hay factores específicos que afectan el Bitcoin y otras grandes criptos y que inciden directamente en los pocos movimientos que se observan en el mercado.
JP Morgan y varios analistas de los criptoactivos coinciden en que el destino más plausible para el mercado después de los últimos acontecimientos es una caída del Bitcoin hasta los U$S 13.000. En esa sintonía, Simon Peters, analista experto de eToro, se anima a marcar un paralelismo con 2018: “La caída de los niveles de precios es notablemente similar al mercado bajista de aquél año, con el Bitcoin cayendo a nuevos mínimos casi exactamente un año después de haber alcanzado un nuevo máximo”.
Teniendo en cuenta los aspectos técnicos, es probable que Bitcoin sea testigo de una afluencia de volatilidad. Si se desarrolla la divergencia, el precio de Bitcoin podría desafiar a los bajistas recién establecidos cerca de u$s20.000. Un segundo objetivo podría ser niveles de liquidez de verano cercanos a USD 23,400.
La invalidación de la idea alcista es una brecha por debajo de u$s15.900. Si se marca el nivel, es probable que se rompan los nuevos mínimos, y una disminución adicional hacia los niveles de liquidez de 2020 en la zona de u$s14.000 probablemente será el próximo terreno de aterrizaje de Bitcoin. El escenario bajista daría como resultado una caída del 15% del valor de mercado actual. Fuente: Ámbito
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