Las autoridades de Estados Unidos encargadas de la emisión y diseño de billetes están llevando a cabo un proceso de renovación de los billetes en circulación. En este contexto, se está incentivando la entrega de billetes deteriorados para ser canjeados por nuevos en mejores condiciones.
La Reserva Federal (FED) y la Oficina de Grabado e Impresión (BEP) han informado sobre el procedimiento para llevar a cabo el canje sin que se pierda el valor nominal de los billetes. Sin embargo, se ha establecido un plazo límite para el canje, tras el cual los billetes no serán aceptados.
Se consideran mutilados aquellos billetes que presenten daños como manchas, roturas, desgaste, moho o suciedad excesiva que dificulten su circulación o verificación de medidas de seguridad, lo que también favorece las falsificaciones.
Cada año, el Departamento del Tesoro gestiona alrededor de 30.000 solicitudes y canjea billetes por un valor superior a 30 millones de dólares. Se considera que un billete está mutilado cuando más del 50% del mismo está dañado o cuando no es posible confirmar su autenticidad.
Los propietarios de billetes dañados deben enviarlos por correo a la BEP o acudir personalmente. Allí, expertos evaluarán el estado de los billetes para determinar si pueden ser canjeados o si están tan deteriorados que ya no son válidos. Si al menos la mitad del billete puede ser identificado como genuino y con sus medidas de seguridad intactas, se procederá al canje. En caso de que el daño sea debido a factores naturales, la BEP tomará una decisión basada en la evidencia presentada por el propietario.
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