El Gobierno anunció este lunes la disolución de la AFIP y la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que contará con una estructura más simplificada que su predecesora.
La nueva agencia trabajará en conjunto con las Direcciones Generales de Impuestos y Aduanas, que estarán bajo el Ministerio de Economía. Además, se designó a Andrés Gerardo Vázquez al frente de la DGI y a José Andrés Velis en la DGA.
Como parte de esta reestructuración, se reducirán en un 45% los cargos superiores y en un 31% los inferiores, lo que representa una disminución del 34% en la plantilla total, resultando en un ahorro estimado de $6.400 millones al año.
Por ahora, el Gobierno no ha aclarado cómo se llevará a cabo el cobro de impuestos ni la gestión del monotributo tras el cierre de la AFIP, aunque se anticipa que el ARCA asumirá estas responsabilidades y funciones clave del organismo disuelto.
En un comunicado, el Ejecutivo indicó que la creación de ARCA tiene como objetivo simplificar el Estado, eliminar puestos innecesarios, profesionalizar la entidad, combatir la corrupción y mejorar la eficiencia en la recaudación y el control aduanero.
Florencia Misrahi, quien hasta hoy lideraba la AFIP, será la nueva directora de ARCA.
Los cambios implican también que los altos funcionarios dejarán de recibir la "cuenta de jerarquización", que otorgaba sueldos de hasta $32 millones para la titular y $17 millones para otros directivos, pasando a cobrar salarios similares a los de los ministros, alrededor de cuatro millones de pesos.
Por último, 3.155 empleados que ingresaron a la AFIP en la anterior gestión de manera "irregular" serán reubicados y pasarán a disponibilidad. Esta nueva estructura busca generar un significativo ahorro presupuestario anualmente.
Comentarios